Cuando hablamos de EE, irremediablemente hablamos también de heterogeneidad, y de la necesidad de diversificar la respuesta educativa para atender las diferencias, las necesidades...
Cada vez que sale una ley de educación, muchos docentes nos preguntamos lo mismo: ¿a quiénes habrán consultado para desarrollarla?, ¿existe porque entienden que hay que cambiar las cosas, o sólo quieren derogar lo que han establecido otros partidos políticos?
La sociedad evoluciona a un ritmo vertiginoso.; las nuevas tecnologías imperan y se establecen por todas partes; las exigencias en cuanto a formación académica aumentan; afortunadamente integramos en nuestras aulas tareas como la educación emocional; pero los profesores trabajan contra viento y marea, con ratios muy elevadas, extensas programaciones que cumplir, y aún así, preocupados por ponerse al día, darle a sus alumnos una educación de calidad y cumplir sobremanera con sus obligaciones.
Es cierto que debemos adoptar una metodología de trabajo que verdaderamente responda a todas estas exigencias, pero nuestro sistema educativo tendría que garantizar las condiciones idóneas para que esto fuera posible, dotando a los centros de los recursos necesarios, respetando unas ratios adecuadas, propiciando una oferta formativa compatible y legislando conforme a la realidad de los centros.
Os dejo aquí un vídeo que me parece que puede ayudarnos a reflexionar sobre estas cuestiones.
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