Grupo de 3 alumnos de 2º de la ESO.
Trabajamos con el emocionario. Uno de los chicos elige la emoción que quiere trabajar, la IRA (la hemos trabajado este trimestre pero con otro grupo).
Empezamos viendo las ideas previas que tienen sobre esta emoción, y después pasamos a verla a través del emocionario, mientras hacemos los ejercicios que propone en voz alta.
Como alternativas a llevar a cabo si nos encontramos muy irritados, les he pedido que me dieran cinco, y ellos han propuesto las siguientes:
- Inventar un iramómetro (me ha hecho mucha gracia)
- Respirar profundamente
- Contar hasta 10
- Intentar pensar en otras cosas que desvíen nuestra atención
- Evitar situaciones de enfrentamiento.
Cuando terminamos de trabajar la Ira, pasamos al bingo de las emociones.
Cada alumno coge lo que sería el equivalente a un cartón, donde aparecen dibujos de caras que expresan emociones distintas.
En vez de cantar números, yo saco una carta con una expresión, por ejemplo, arrepentida, y si ellos la tienen y quieren poner una ficha encima, antes deben contar una situación en la que se hayan sentido así.
Gana el que más fichas consiga o el que antes haga bingo (las líneas también se premian con una ficha de distinto color).
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